A fuerza de hacérsenos cotidianas, construcciones sencillas pero muy hermosas pasan desapercibidas. Esto ocurre con el tramo neoclásico original de la monumental verja que cierra el Real Jardín Botánico de Madrid. A pesar de su aparente sencillez, es una compleja composición de piezas forjadas y ensambladas por los maestros cerrajeros Pedro José de Muñoz y Francisco Arrivillaga en una ferrería de la localidad guipuzcoana de Tolosa. Las rejas están soportadas entre robustos pilares monolíticos de granito y caliza de Colmenar y asentada sobre un banco corrido también de granito. Esta soberbia verja que discurre inadvertida entre la Estación de Atocha y el Museo del Prado es un encargo del monarca Carlos III a Francesco Sabatini para completar la reforma del conocido paseo. El conjunto se ejecuta entre 1781 y 1789, como colofón de los trabajos de acondicionamiento del Real Jardín Botánico. También es obra de Sabatini la Puerta Real, un elegante arco triunfal construido en 1773 entre el Paseo del Prado y el jardín botánico que sería incorporado como portada al cerramiento. En 2016, el Ayuntamiento de Madrid promovió la restauración del cerramiento y de la urbanización neoclásica de su entorno inmediato, entonces soterrada, según proyecto y supervisión de un equipo de arquitectos y restauradores designados por el Ministerio de Cultura. La empresa Díaz Cubero SA. fue la adjudicataria de la rehabilitación integral de este espacio urbano cargado de historia. Como subcontrata del proyecto de conservación y restauración, Dédalo Bienes Culturales coordinó un equipo interdisciplinario de historiadores, restauradores, herreros y canteros en el cometido de restituir a la verja del Jardín Botánico y a la Puerta Real la integridad de sus valores conservados.
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- Ubicación: Madrid
- Régimen de protección: BIC, Monumento. BOE. 23/10/1942.
- Año: 2018 - 2019
- Contratista: Díaz Cubero S.A.
- Promotor: Ayuntamiento de Madrid